viernes, agosto 14

Caminos


La fuerza del mar;
la inmensidad del océano.
La culpabilidad del deseo.
La eternidad del existir.
El egoísmo de la amistad.
El egocentrismo de la complicación.
La locura de tener.
El miedo a perder.
La profundidad del sentir, acontecer y desear.
El pavor a descubrir.
La tristeza de conformarse.
La frustración de rendirse.

Lo hermoso de comunicar,
jugar
compartir,
abrazar,
amar,
soñar,
imaginar...

Quedarse sentado en un sillón viendo la vida pasar.
Esperando que lleguen las oportunidades;
los momentos idóneos.

La felicidad absoluta...


Cualquier cambio se paga con el precio de la tristeza.
Cualquier apuesta entraña el riesgo de perder;
la fortuna de ganar.

Ambas cosas nos hacen segregar cantidades ingentes de adrenalina.

Un nórdico.
Cuatro hijos bilingües.
Una vida bohemio-burguesa.
Un viaje en caravana.
Los pueblos del mundo.
La gastronomía y el arte.
Las costumbres...


Da tiempo a todo
en esta vida.
Lo sé.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que dé tiempo; espero...
SÍ!!!

B7s reina.

J.

olguita manzanita dijo...

JAJAJAJAJA!!!!La vida bohemio-hamburguesa!!!! Me parto con la progresión de este poema... de lo trascendental a lo banal. Quizá debiéramos plantearnos las cosas en términos absurdamente matéricos y dejarnos de pajas mentales!!!! Un abrazo de risas, preciosa+++

ir-n dijo...

Sí, sí... dará tiempo a todo; dará... y es que lo trascendental y lo banal son dos caras de una misma moneda; de la vida...
El ser, una globalidad...
Todo eso está en nosotros; nosotros somos todo eso.

Mil besos, hermosos!!
Muacks