lunes, febrero 16

Desamparo


La luz se vestía de luto con sus voces y mis llantos.
Sus golpes y mis lamentos.
Sus insultos y mis heridas.
Mis ojos se nublaban ante la impotencia, la desesperación, el desamparo.
Cerré esa puerta.
Huí hacia delante.
Crecí en cuestión de segundos.
Hoy, puedo darle las gracias a la vida.

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