viernes, mayo 18

Madrugadas



Sentada aquí de madrugada,
miro el papel en el que escribo,
en el crepúsculo,
a la luz del infinito;
el mismo que me ubica aquí,
me arrastra allí...

Allí donde me piensen,
sientan mi ausencia y
donde se alegren de, por un instante,
tenerme lejos.

Es allí donde aparezco,
como la brisa dulce y cálida del recuerdo.
Del ayer que se hace hoy y,
entonces,
también será mañana.

Viajo en tiempo y espacio
hacia la comisura de tus labios;
al regazo de la nostalgia de tus días,
tus noches,
las lunas,
la lluvia...

Aparezco,
sin más.
Sin querer tú.
Sin pedirlo yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí llegas, a veces sola y otras te busco, en forma de bello recuerdo. De frescura, de vida, de profundidad y calma. Te extraño.

A.

Anónimo dijo...

Al regazo, al regazo... morena, al regazo... la nostalgia no es mejor palabra que todo lo que dejas a tu paso... NOSTALGIA ha de escribirse así!!!!!

Vuelve donde quiera que estés, al rescate, la isla está vacía sin ti. Temporada de nada.

Edu.

ir-n dijo...

Vaya... gracias!! desde luego, ¡no soy yo la única a la que la nostalgia la abraza en primavera!

Muchas gracias por vuestras palabras.

A. Entiendo a Gabriel García Márquez a través de ti, una vez más. ;)

Edu, entre el Richi y tú queréis ponerme los dientes largos dándome más bola ahora que antes, eh? Intentaré ir a curarme al norte del sur.

Abrazo fuerte para los dos**