sábado, diciembre 25

La mujer del músico


Ser la mujer de un músico
significa tener que ser psicólogo y psiquiatra
sin, aparentemente, padecer síntomas similares
a los de su propia patología.

Es ser amiga y solucionadora inminente
de problemas del contrario.

Significa, a su vez, ser condescendiente
con el resto del mundo
aunque no te reporten absolutamente nada.

Significa ser la mejor amante del mundo
para que no se vaya con la primera
que le haga verse a través de sus ojos
cuando se baja del escenario.

Ser musa de inspiración y desesperación
aunque sea a costa del psicodrama.

Significa parir y cuidar sus hijos
intuyendo su apoyo desde la ausencia
asediada por el desfase.

Significa sacrificar absolutamente tus inquietudes
en pro de las suyas
para que se realice y no se frustre
(porque dos son uno solo)

Significa ganar tú el dinero
porque las salas pagan poco
y la cocaína es demasiado cara.

Significa tener que esperar a la próxima vida
para hacer con ella lo que realmente quieras pues,
en esta, te ha tocado sólo dedicarte a la suya.

Todo por el decadente patrimonio
y el legado cultural.
(Apuesto lo que quieran a que ser el marido de una músico nada tiene que ver con esto)
.

3 comentarios:

manzanita dijo...

Joder, qué explícito. Me sobrecoge tu rabia.
Nunca olvides cuidar de ti misma.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Bravo, permiteme aplaudir
por tu forma de herir mis sentimientos.
Bravo, te vuelvo a repetir,
por tus falsos e infames juramentos.
Todo aquello que te di
en nuestra intimidad, tan bello,
quien me iba a decir
que lo habrias de volcar en sufrimiento?
Te odio tanto, que yo mismo me espanto de mi forma de odiar.
Deseo que después de que mueras,
no haya para ti un lugar.
El infierno es un cielo
comparado con tu alma,
y que Dios me perdone,
por desear que ni muerta tengas calma.
Te odio tanto, que yo mismo me
espanto de mi forma de odiar.
Deseo que después de que mueras,

ir-n dijo...

Sobran las palabras... el dramatismo habla por si mismo... ¡qué barbaridad! el caso es que uno se recupera rápido cuando interesa; no me preocupa.