miércoles, septiembre 8

Shhhh


Nunca nada puede darse por sentado;
porque,
cuando menos esperas,
se levanta y echa a correr.

Huye con la furia y la rabia
de la fresca inexperiencia,
del horror del espanto;
del imagenio de la fatalidad.

Corre hasta verse reflejado
en los ojos de lo ajeno,
considerándolo propio.
Triunfo vital.

Tú, mientras tanto,
te preguntas:

¿qué coño ha pasado aquí?

Tristemente te respondes:

Sí. Fui yo, y sólo yo, quién
prendió fuego
a la pólvora de tus pies.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida sin todo lo que fue para nosotros y sin saber si volverá a ser algún día. Si pudiese parar el tiempo hasta ponerlo todo en su sitio, no te faltaría una sonrisa.