Sólo sueño
con esos 5 minutos;
esos que pueden hacerme sonreír;
los que me ablandan el corazón,
los que me recuerdan quién fui.
Sólo pido,
5 minutos de absurda cotidianeidad;
5 y sólo 5;
quizás te sobren 2 y, a mí,
se me alegre el día.
El gato de humo aún no es pero está siendo. Pretende ser un punto de encuentro e intercambio de opiniones sobre la vida cotidiana. Convertir el camino de la vida en un agradable paseo con la colaboración de todos.