Me siento en el porche.
Mientras termino el café,
sólo escucho.
Camina despacio por mi pecho.
Incrementa su temperatura al llegar a la garganta.
Me invade la calma.
Emociones hermosas inundan el verde del cielo a mi paso;
el azul de las rocas;
el rojo del mar...
Escucho esa canción.
Su sonido me da la felicidad.
La felicidad me regala el llanto.
Estoy del revés y no tengo palabras.
Paciente plenitud.
...
Podría morirme de paz.
4 comentarios:
Maravilloso.
Maravillosa tú.
Guay, me gusta ese estado de paz.
Un beijo.
Sé a qué sentimiento te refieres...Aunque en este momento de cambios en mi vida, a veces le cuesta brotar...Me ayudan a encontrarlo el olor a sal del mar, el canto de los pájaros, las hojas de los árboles agitadas por el viento...el contacto con la naturaleza me pone en mi lugar, me recuerda lo que somos...
Gracias por regalarnos tus palabras. Te siento feliz.
Un besazo,
Meri
Mi linda Meri,
qué alegría leerte... qué ganas de verte y disfrutar de una tarde de mar, de lluvia, de té con canela y cardamomo, de guitarra y voces...
Estoy emo-conmocionada; estoy feliz y me siento afortunada. Son épocas de cambio, sin duda, para mi también... pero desde que decidí apostar y vivir (mientras la salud acompañe) FELIZ hasta la muerte.
Un besazo inmenso. Gracias por acompañarme.
Olguita y Gaia... GRACIAS! os beso.
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