Nunca sabes cómo empieza y, mucho menos, cómo acaba.
FIN.
Tres letras que se engarzan sin miedo a los ojos de muchos.
De relativa trascendencia para el acontecer de los días.
Despiertas en siniestra nebulosa de inquietudes y sueñas convertir
ayer en hoy y hoy en mañana.
Tu presente es mi futuro y el pasado ni lo recuerdo por mucho que me ancle el olvido.
Recorro tu cuerpo semidesnudo con intención de recrearme en lo que desconozco.
Busco las huellas de tus orígenes entre bolas de papel arrugadas.
No sé nada de ti.
Podría saber más; incluso menos y enmudecer pasmada ante las predecibles sorpresas que aguardan tras la noche de mis secretos.
El ocaso, el abismo, la muerte y la vida.
El deseo y el desconocimiento.
La impaciencia e impertinencia.
Qué pesado puedes ser en tu silencio.
Llenas cántaros de alegorías.
Buscas el significado antagónico de mi presencia.
Abres la puta caja de pandora y huyes despavorido.
¡Qué cobarde!
3 comentarios:
¿no eres la única adolescente?
;-)
guau...
-àle
Jajajajaja;
yo soy la adolescente; otros, simplemente, cobardes.
;)
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