De nuevo,
se acerca el otoño
como si nunca hubiese terminado;
sin embargo a su paso,
arrasa con otra pizca de inocencia,
inyectando un liviano ápice de desconfianza.
Su vuelta trae un falso sosiego,
plagando de propósitos, deseos y
enfermiza ilusión,
el corazón.
Vuelve septiembre,
regalando un año al calendario;
robando un sueño al colchón.
Descartando otra posibilidad...
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