sin pensar en detenerme,
un guerrero con su mirar,
me dio el alto.
Me paré firme y en seco.
Observé sus ojos,
pude ver su alma;
caminar en soledad carecía,
ya por entonces,
de sentido.
Apostar es de sabios.
Lucha perpetua,
por el bien común,
por lo eternamente hermoso.
Rompiendo estadísticas y
convenciones sociales;
haciendo caso omiso de los necios,
desalmados o descerebrados.
Una misión conjunta.
Una guerra por la paz y
prosperidad.
Armados con tolerancia,
confianza, calma, plenitud y,
el bien preciado, RESPETO.
Cuando dos guerreros se encuentran,
y se enamoran,
la vida fluye a su paso.
Su lucha siembra flores
mientras, los soldados, mueren solos
bajo las órdenes de la costumbre.
3 comentarios:
No a la costumbre, que es rutina, pasividad, muerte lenta y segura.
Sí a la aventura de quererse, a la lucha por los días floreados y los amaneceres de peces.
Precioso.
Besos
Qué bonito, mi amor. Estoy encantado contigo.
Soy muy feliz.
¡Qué balla simetría la imagen que nos regalas!
Y qué bella la vida si la miro a través de tus últimos ojos... fuerza para el camino a descubrir.
Muchos besos y sonrisas de reserva para el viaje.
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