A lo largo de la vida mi cuerpo ha ido mutan*do de manera natural.
De repente, más alta, más flaca o más gorda.
Manchas de sol y luna; de años.
Cicatrices de guerra; recuerdos de infancia.
Hoy, de manera voluntaria, he modificado mi cuerpo.
He añadido un lunar al millón que me viste armoniosamente.
He transformado mi piel de una manera sutil, elegante y distintiva.
Impresionante trasfondo de locura.
Ahora, cuando miro mi pie, veo muchas cosas.
Un simple punto realiza un balance vital.
¡Oda al renacimiento!
Cuando miro mi pie, en una milésima de segundo, soy capaz de ver:
Una mujer que renace de las llamas del infierno con dos cojones;
que canta, ríe, sueña y comparte infinitamente hasta el agotamiento;
que descubre en un viejo amigo un gran amante y una ilusión;
que aprende a amar como nunca antes hubiese querido, deseado ni imaginado.
Una mujer que aparca los prejuicios de manera natural;
que desea lo prohibido y se mantiene alerta y prudente...
...
Ahora, cuando observo mi pie, veo muchas más cosas que tú.
Para ti es un lunar tatuado en un sitio sin gracia.
Yo, sin embargo, he marcado de por vida lo que no pienso olvidar jamás.
Todo lo que soy, todo lo que debo recordar.
Hay un antes y un después de este insignificante punto sobre mi piel.
¿Será el fin de la adolescencia?
Veremos.
2 comentarios:
Una mujer simbólica ¿punto y a parte?
Punto y a parte, sí; yo creo que de momento... no ha estado mal, verdad??
Que me quiten lo "bailao", que como no se puede...
Besos salá
(en cuanto pueda te mando las fotos)Muacka
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