Estoy fabricando una lupa.
Permite ver el interior de las personas
y, además, es preciosa.
Tiene incrustaciones de sueño,
perfiles de realidad
y una bonita talla de amor.
No voy a venderla,
ni siquiera sé si podré prestarla.
Ya no me fío de la gente,
¿deberé antes mirarles a través de ella?
Tampoco me fío de mi...
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