martes, octubre 26

Tiempo

Un segundo;
mi respiración.

Los minutos se suceden extravagantes
en esta minúscula habitación;
de paredes deshabitadas y
extraños rincones, más allá, del hoy.

Las horas, sin embargo,
son densas y mediocres;
pálidas y desdeñadas,
sin aparente explicación.

Los días
se hacen idénticos unos a otros
pues los sobresaltos no aderezan
ni con una pizca de color.

Las semanas,
van y vienen
sin ton ni son.
Con quehaceres monótonos
y actividades alienantes
que despuntan con juegos psicológicos
despertando el dolor.

Los meses,
transcurren al margen del calendario;
me convierten en otro,
tanto en apariencia
como en condición.

Los años,
pasan sin que me dé cuenta.
Como losas de mármol que no podemos
quitarnos de encima.

Cuando
consigan hundir su peso bajo la tierra,
entonces,
habrá pasado toda una vida.

3 comentarios:

caracolquiscol dijo...

me gusta mucho el poema, sobre todo las horas densas mediocres pálidas.
y esas losas de mármol, q parpadeas y pasan diez...
Beijo grande menina!

E. Martí dijo...

Cuánto tiempo, amiga... Encantada de volver a leerte. Te veo filosofando sobre el tiempo que pasa. No sé si es buena o mala señal. En cualquier caso, poema ágil, rítmico... Campanadas del reloj que guía nuestros pasos hacia la nada.
Besitos, reina.

gaia56 dijo...

Yo tambien me quedé en la imágenes de las horas densas, mediocres, pálidas, desdeñadas.
No pasa nada sólo pasa la vida. Aprovechemos cada momento.
Un beso.