Ansias
de respirar sin humos
que nublen el pensamiento;
de ver con la claridad
del océano de tu presencia;
de sentir con la fuerza
de las olas en cada parpadeo.
Gracia
la de verte, olerte y tenerte,
profundamente,
dentro de mi.
Tomar el té.
Ansias
de caminar a dos metros sobre la tierra;
de cabalgar en vuelos infinitos
-donde la respiración se entrecorta y,
las luces, se intensifican
tras el fundido a negro.-
Ansias,
de ser nosotros mismos,
más allá,
de la mundana realidad.
1 comentario:
Qué bonito...
Ansias de ser nosotros mismos, incluso, en la mundana realidad.
Encantada de saludarte bajo el sol, junto al mar, entre risas. Muacka.
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