Un cambio precisa de otros tantos que,
a su vez, suplican con vehemencia,
una acción por parte del "motor generador"
para poder reaccionar como, la naturaleza
de su materia, les exige.
Así, sin más y,
de esta forma -inverosímilmente imperativa-
nos arrastran a pensar más de la cuenta
sin, ni siquiera, poder pensar.
El resultado final:
una mutación total de los tejidos
y entresijos del alma.
Se encarga el paso del tiempo
de medir el proceso
permitiéndonos clasificarlo.
Los factores ambientales,
aceleran los engranajes del sistema
pudiendo, en consecuencia,
disminuir el intervalo de tiempo
en el que se produce.
Las necesidades que se crean por si mismas,
generan otras muchas más.
Así sucesivamente.
Se trata de un árbol infinito.
.
1 comentario:
Así es y de eso se trata.
Suerte, gatita!
A.
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