el tiempo se detiene;
se evaden las preocupaciones.
Nos sobrevuelan:
mimos y caricias;
risas y templanza;
emociones cargadas de éxtasis.
Transparencia de almas,
que no invisibilidad.
No toso;
no tengo frío ni calor.
Tiemblo; eso sí,
son nervios de amor.
Levantarse del suelo de tu habitación,
es despedirse hasta nunca,
es un hasta siempre jamás,
toca, de nuevo, decidir.
Lo hemos hecho;
nadie sabe si bien,
o mal.
Hemos decidido,
no volver a sentarnos juntos
en este suelo.
2 comentarios:
wuauuu esta es preciosa como tu! me encanta
¿Por qué toca siempre decidir???
Valiente decisión , valiente poema en el que la tensión se agranda al final, de manera casi asfixiante...
Me encantó conocerte el otro día.
Tus poemas me sorprenden siempre porque no se sabe nunca hasta el final. Es un enfoque interesante.
A seguir derrochando imaginación y fuerza creativa.
Un gran abrazo
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