miércoles, marzo 28

BlInD


Son las palabras más hermosas
las que se escapan de las manos,
de la vista,
las que se clavan en el corazón.

Son las bellas imágenes,
las que te dejan ciego,
por fuera,
por dentro.

Son los días que pasan,
los que te hacen viejo,
los que cansan,
los que recuerdo.

Veo niños,
siendo adultos,
veo adultos,
siendo niños.

No veo nada.

No quiero nada,
más que la verdad.
No quiero nada,
más que abrir el pecho,
respirar hondo y
no sentir miedo.

No veo nada más que a ti,
pendiendo de un hilo,
jugándote la vida sin piedad,
dejándome atrás,
buscando en el aire,
lo que no hay.

No veo nada más que a mi,
cuidando a la muerte,
como si fuese mi propia madre.

No veo nada.

lunes, marzo 26

Idas y venidas


Abrí la puerta, despacio...
encontré allí un amigo,
dormido,
vencido por la vida,
muerto.

Agarré su mano,
la llevé al pecho,
le dije con el pensamiento,
todo lo que quería.

Todo lo que hubiese deseado que escuchara,
mientras hubo brillo en sus ojos;
memoria en su recuerdo.

Quise volar de nuevo,
como siempre hago,
como siempre he hecho,
como, algún día, dejaré de hacer.

Murmuré su nombre,
bebí mis lágrimas,
descansé sobre su pecho.
Gélido, vacío, sin alma ni sentimientos.

Sin latidos,
el bombeo de la nada,
me taladró el cerebro.

Me levanté despacio,
con inquietante sosiego.
Salí de la sala,
abandoné su cuerpo,
siempre tarde;
de nuevo.

Cerré la puerta.

domingo, marzo 25

Sin rumbo


Siento que pierdo cada vez que gano.
Miro a través de la rendija que queda oculta
entre las heridas del corazón,
inspiro lentamente,
no veo nada.

Pienso por un instante,
cómo arreglar el tiempo,
ahora ya, irremediablemente, estropeado.

Vuelo lejos de mi misma, en realidad.
Dudo volver a encontrarme otra vez.

La vida pasa por mi como yo por ella.
Sin hacernos demasiado caso,
vaya a ser que nos gustemos
y los esquemas se quiebren de nuevo.

Me voy para no pensar,
para no ver,
para no sentir
más que las ausencias de lo que ya no hay.


viernes, marzo 23

Liberación


Hay quien detesta lo que soy,
por el mero hecho de ser.
Nunca se me ve,
pues así es mucho mejor.

La vida me acaricia,
suave como el viento,
en la distancia,
lejos del miedo,
del arrepentimiento.

Quiero que todo sea,
como tenga que ser,
he dado más de lo que he pedido
y volveré a renacer.

Siempre vuelvo,
fuerte y fresca,
limpia y pura
a corazón abierto,
agarrada a la locura.

Nada ni nadie puede hacerme cambiar.
Nadie ni nada.

Seré yo misma hasta el final.

lunes, marzo 12

Antítesis


Puedo ser y soy
la antítesis de mi misma.
La que ríe y llora;
ama y odia;
desea y aborrece;
la que nace y muere,
a cada momento del día.

La que es perenne en la noche
mecida por la luna; manteniendo intactos
férreos valores,
anhelos,
creencias,
locura.

Llegando la mañana,
el blanco taciturno se tiñe negro,
gris, malva...

Espesa la sangre en mis venas;
me enveneno.

Soy yo,
la que ama y detesta.
La que mataría si pudiera.
Deseo y frustación se agarran fuerte de la mano
en esta intermitente pesadilla.


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